Serán utilizados para desarrollar programas y acciones que contribuyan a la erradicación de la pobreza desde una perspectiva feminista, abordando sus causas económicas, religiosas, culturales y medioambientales. Con estos recursos, impulsaremos iniciativas que promuevan la igualdad de derechos, el acceso a oportunidades y la autonomía de las personas en situación de vulnerabilidad, especialmente de mujeres y comunidades marginadas. Además, apoyaremos proyectos de educación, capacitación, sostenibilidad y empoderamiento, asegurando un impacto real y duradero en la construcción de un mundo más justo y equitativo.